domingo, 31 de mayo de 2009

DIGNIFIQUEMOS LA PROFESION

Los Profesores nos estamos movilizando porque...

Se ha convocado a una huelga nacional debido al no cumplimiento de la ley 19.410 que indica el pago de un bono extraordinario excedente, por concepto de subvención, que en la gran mayoría de las comunas del país, fue traspasado desde el ministerio a las municipalidades, y éstas, arbitrariamente y en una clara colusión, se gastaron estos dineros, en Rancagua no sabemos con certeza en qué fueron invertidos.

Es por ello que en nuestra ciudad, llegamos a tomamos las dependencias de Corporación municipal debido al sucio juego de las autoridades la semana pasada, quienes se responsabilizaron unos a otros, y finalmente llegaron a ofrecernos solamente el pago del año 2007, pero no fueron capaces de asegurar que nos pagarán efectivamente el 2008, que también se nos adeuda. Esta propuesta de parte del municipio, nos parece inaceptable y a través de una asamblea y plebiscito, decidimos no aceptar cifras menores a las que realmente deben pagarnos.

Informamos a la comunidad Rancagüina que seguiremos en paro, adhiriéndonos al movimiento nacional hasta que se llegue a un acuerdo de esta grave situación y se nos asegure el pago de los años 2007 y 2008 y en su totalidad, es decir, en los dineros que realmente corresponden. Sólo estamos pidiendo que se cumpla la ley.

POR EL FORTALECIMIENTO DE LA EDUCACION PUBLICA Y DE

CALIDAD, PARA ESTUDIANTES YPARA PROFESORES



Realmente demasiadas injusticias para un gremio profesional vilmente degradado por la opinión pública, por apoderados y e incluso por muchos de sus alumnos, al cual acusan practicamente muchas de las consecuencias que aquejan a la sociedad actual (delincuencia, degradación moral, drogadicción, embarazos precoces y otros), sin saber que las autoridades de turno raramente se interesan por mejorar la realidad laboral del profesional, pagar salarios justos, hacer cumplir reglamentos, fiscalizar dineros adeudados, mejorar infraestructuras escolares, y para que decir de la increible deuda histórica que se mantiene con muchos profesores ya jubilados (y otros todavía no), desde hace ya más de un par de décadas.