sábado, 25 de julio de 2009

APOLOGIA: Cuando la verdad resuena a través del tiempo en mi mente

Sólo ahora, después de varios años, me atrevo a desempolvar de los archivos estos escritos reales. Casi sin enmienda los doy a conocer, quizás para ser juzgado con el sosegado equilibrio de Dios. Los hechos fueron estos, eso es todo lo que se.

De: Rodrigo Fredes Salinas

Profesor de Educación Física y

Terapeuta Humanístico, Transpersonal

A: Sra. Irma Valencia Contreras

Directora División Educación

De haber pensado que lo que escribía revestía la gravedad que ustedes insisten en ver, es necesario que conozcan todos los antecedentes para evitar sacar conclusiones apresuradas y erradas, basadas en líneas sacadas de contexto. Bajo ese tenor, cuento todo lo que acontece a continuación.

Para comprender de mejor modo la situación conviene hacerlo desde un comienzo. Llegué al establecimiento el año 2001, me encontraba profundamente aquejado de una lesión a la espalda producto de un severo accidente en la montaña. No veía de buen modo mi traslado pues lo consideraba en realidad más bien un castigo- Sin embargo debía integrarme a la planta docente y tratar, desde mis posibilidades, que para ese momento eran limitadas, aplicar mis metodologías- Debido a lo que estaba padeciendo físicamente hube de implementar un sistema que me permitiera, diagnosticar en que nivel psicomotriz y de condición orgánica se encontraba la comunidad del Establecimiento. El resultado de dicho diagnóstico no era para nada alentador. No hace mucho había tenido el privilegio de participar en un curso de altísimo costo de, CONACE, en la ciudad de Salamanca de modo que me daba cabalmente cuenta que era lo que estaba ocurriendo en dicha comunidad escolar.

Me di cuenta que era imprescindible que me permitiera reconocer y más aún hacer un seguimiento de cada uno de los alumnos. El método era sencillo, la Video-Evaluación- A través de ella podría revisar las filmaciones de controles y a la vez, ver los progresos que pudiesen tener los alumnos en su proceso de Enseñanza-Aprendizaje. Lo había hecho en establecimientos anteriormente, con relativo éxito, por lo demás, tal tecnología educativa era una propuesta que se promovía en la Universidad como apoyo metodológico al proceso.

Hubo de pasar dos años más en que logré hacerme de un computador con el cual pude comenzar a procesar imágenes fílmicas, e iniciar un archivo de fichas de cada uno de los alumnos que pasaban por mis clases; ficha casi de tipo clínica- Tal Proyecto, bastante costoso por cierto, me permitió conocer sus reacciones y acercarme más aún a muchos de ellos, al menos ya podía registrar sus respuestas y mejor aún, sus posibles talentos. Sin embargo creo que donde mejor me facilitó la tarea, fue poder conocerlos y relacionar rostro y nombre. Sobre todo en los numerosos cursos, de primer y segundo sub-ciclo. Ellos se encuentran en este momento entre sexto y séptimo año, de modo que he podido ver su evolución a través de los años. Al respecto, cada cierto tiempo renuevo las imágenes de ellos, pues obviamente el crecimiento personal lo va haciendo a veces casi irreconocibles. La creación de fichas personales la he mantenido hasta la fecha, aunque sin tanto énfasis como en un principio.

Alguien podría comentar que en términos de costo y beneficio, no era necesario implementar con tanto "aparataje" una simple asignatura como la que imparto, sin embargo los estudios Universitarios y otros cursos, dictados por profesores europeos avalan la posibilidad de implementar, para enriquecer la metodología y el aprendizaje. De modo que siempre había sido importante para mí el uso de recursos de tecnología educativa y de Psicología del aprendizaje para apoyar nuevas propuestas.

Ya para ese tiempo había aprobado cursos de Administración educacional, Diseño y Evaluación de proyectos Orientación y Supervisión, Además del extenso entrenamiento en Desarrollo Personal e Interpersonal, al que me he sometido durante años. Sin contar el ostentoso curso de prevención de CONACE.

El hecho es que con una gran cantidad de alumnos y alumnas logré establecer una relación de acercamiento amistoso y leal, profesor-alumno., relación que me ha permitido conocer más íntimamente sus inquietudes, muchas veces sus frustraciones y sus anhelos, propios de personas que están pasando por la difícil edad escolar. Está claro que dicha respuesta no fue igual con todos, y más de uno ha querido "probar cuales son sus reales límites de lo permitido", pero aparte de una evidente y elocuente llamada de atención, la cosa no ha pasado a mayores, y en consecuencia, la mayor parte de las veces, los cambios han permitido enrielar a las "ovejas descarriadas", al menos en el establecimiento.

La metodología también implica el uso de uniforme, ya sea por un lema higiene, y orden, como también por un tema de ahorro presupuestario, de modo que tal sistema se fue haciendo patente al menos en el Primer ciclo. En el Segundo ciclo la situación no es tan evidente, sin embargo es claro que para algunas familias y para algunos alumnos (as) el punto de la equipación deportiva es importante, como lo es en otros establecimientos. Es muy claro que sí el alumno y la alumna cumple con aquel requisito mínimo de interés y respeto, mi percepción de aquella persona se verá positivamente reforzada. En Sexto año la uniformación pertinente se ve menoscabada, en Séptimo ese requisito es mayormente resistido, ya para Octavo, su cumplimiento en este establecimiento es prácticamente inaplicable. Pero, por fortuna, aún hay alumnos que siguen cumpliendo

Esta alumna, Srta- Regma Graber Catalán, al igual que otros y otras, pertenece a la categoría de las personas que participa desde segundo año básico, al igual que sus hermanos predecesores de esta práctica de uniformación y respeto. No son los únicos alumnos que cumplen. De modo que se fue dando un acercamiento de confianza, real, dado desde ese tiempo. Confianza y respeto que se generó también en los temas de conversación. Conviene señalar también que rara vez se suscitó algún momento en que ellos, (los alumnos (as) que se acercaban a conversar conmigo) estuviesen solos, pues yo no lo permitía, generalmente estaban acompañados de sus pares, y juntos hacían sus preguntas o sus peticiones. Sin embargo, debo admitir que en ocasiones hube de escuchar a alumnos (as) solos, ya sea por expresa petición del afectado, o por que estaban dando un control pendiente. Esta práctica se dio en cada uno de los establecimientos en que estuve, y lo hice tanto por iniciativa personal, como también haciendo eco a las palabras de docentes superiores que me lo aconsejaban.

Particularmente este año había comenzado muy bien, venía con aires renovados, traía un replanteamiento metodológico deportivo y había diseño e invertido en un proyecto de innovación que quería implementar y dar marcha blanca, de modo que esperé con mucha ansia la llegada de marzo. La motivación duró hasta fines de Mayo- Luego el ambiente cambió, algunos cursos comenzaron a darse aires e inflarse inmerecidamente. Sin embargo había un grupo que había continuado su participación activa y propositiva en las metodologías.

Cierto día encontré a la alumnas Graber jugando con un celular, me llamó la atención y me acerque a saludarla y a preguntarle por él, (Por reglamento tal aparato no debiera llevarse pero de igual forma nadie lo cumple, y esto no es sólo en este Colegio). La alumna me hizo ver que era un regalo de su padre que le había hecho hacía unos días y me confidenció que no vivía con él de hacía muchos años, algo que yo ya sabía, pues conocía la historia por sus dos hermanos mayores. Ella se encontraba con otras compañeras, creo que Stephany Pavez y Constanza Durán y probablemente Bárbara, en verdad no recuerdo bien.

Por la tarde, pudo haber sido ese mismo día, la alumna Stephany Pavez me contó que ese día estaba de cumpleaños, la saludé y comenzamos a jugar Básquetbol, Regma estaba presente, la verdad es que no se si estaba sacando fotos con su celular o no, pues evidentemente era un juguete nuevo. Probablemente era un día miércoles. Luego de jugar Básquetbol los tres en el patio techado del Colegio, conversando para retomar el aliento recordé que en más de una oportunidad había diseñado y regalado tarjetas de cumpleaños, la verdad años atrás, y pensando en eso, les hice ver que me gustaría darles un presente personal. Realmente no recuerdo la fecha con exactitud

Pasó el tiempo, yo diría de varias semanas, y la verdad es que si bien me acordaba de la oferta del presente, no habían muchas ganas de hacerlo, pues yo tenía una idea, que había sido motivada por la situación deportiva y amistad, pero ella (Regma) me hizo ver que una pelota de Básquetbol como regalo no estaría mal La verdad es que eso no estaba en mis planes, de modo que rechacé la idea que se fue dando un acercamiento de confianza, real, dado desde ese tiempo. Confianza y respeto que se generó también en los temas de conversación. Conviene señalar también que rara vez se suscitó algún momento en que ellos, (los alumnos (as) que se acercaban a conversar conmigo) estuviesen solos, pues yo no lo permitía, generalmente estaban acompañados de sus pares, y juntos hacían sus preguntas o sus peticiones. Sin embargo, debo admitir que en ocasiones hube de escuchar a alumnos (as) solos, ya sea por expresa petición del afectado, o por que estaban dando un control pendiente. Esta práctica se dio en cada uno de los establecimientos en que estuve, y lo hice tanto por iniciativa personal, como también haciendo eco a las palabras de docentes superiores que me lo aconsejaban.

Particularmente este año había comenzado muy bien, venía con aires renovados, traía un replanteamiento metodológico deportivo y había diseño e invertido en un proyecto de innovación que quería implementar y dar marcha blanca, de modo que esperé con mucha ansia la llegada de marzo. La motivación duró hasta fines de Mayo- Luego el ambiente cambió, algunos cursos comenzaron a darse aires e inflarse inmerecidamente. Sin embargo había un grupo que había continuado su participación activa y propositiva en las metodologías.

Cierto día encontré a la alumnas Graber jugando con un celular, me llamó la atención y me acerque a saludarla y a preguntarle por él, (Por reglamento tal aparato no debiera llevarse pero de igual forma nadie lo cumple, y esto no es sólo en este Colegio). La alumna me hizo ver que era un regalo de su padre que le había hecho hacía unos días y me confidenció que no vivía con él de hacía muchos años, algo que yo ya sabía, pues conocía la historia por sus dos hermanos mayores. Ella se encontraba con otras compañeras, creo que Stephany Pavez y Constanza Durán y probablemente Bárbara, en verdad no recuerdo bien.

Por la tarde, pudo haber sido ese mismo día, la alumna Stephany Pavez me contó que ese día estaba de cumpleaños, la saludé y comenzamos a jugar Básquetbol, Regma estaba presente, la verdad es que no se si estaba sacando fotos con su celular o no, pues evidentemente era un juguete nuevo. Probablemente era un día miércoles. Luego de jugar Básquetbol los tres en el patio techado del Colegio, conversando para retomar el aliento recordé que en más de una oportunidad había diseñado y regalado tarjetas de cumpleaños, la verdad años atrás, y pensando en eso, les hice ver que me gustaría darles un presente personal. Realmente no recuerdo la fecha con exactitud

Pasó el tiempo, yo diría de varias semanas, y la verdad es que si bien me acordaba de la oferta del presente, no habían muchas ganas de hacerlo, pues yo tenía una idea, que había sido motivada por la situación deportiva y amistad, pero ella (Regma) me hizo ver que una pelota de Básquetbol como regalo no estaría mal la verdad es que eso no estaba en mis planes, de modo que rechacé la idea

de plano. Ya para ese momento me di cuenta que ella también recordaba la idea del presente. En algún momento incluso pensé en regalarle un video, pero considere que aquel acto era inmencionable pues por una parte, no había suficiente material fílmico, y por otra, creo que era algo (El obsequio) que estaba demás. Sin embargo una foto de ella misma que podía reconstruir y recrear a partir de videos, podía ser, agregando alguna que otra frase que tuviera relación con algo de amistad y la imagen que podía recrear en mí PC.

Casi como un artista que da sus pinceladas a una tela, me debo, haber demorado más de dos meses en construir y terminar la idea, pero una vez terminada pasaron varias semanas más todavía. Aún no me quería deshacer de aquella obra, que no creo sea una gran maravilla, pero lo que sí se, es que había logrado contagiarme de un entusiasmo diferente al usar el computador de este modo. Sí he de hacer un presente, espero que este tenga un valor estético al menos, y que la persona que lo reciba realmente se sienta agradada y alagada. Pero aún no me decidía a entregarlo. Sentía que funcionalmente había aprendido mucho con el diseño de la tarjeta, con el uso del recurso tecnológico y el tratamiento de la imagen, pues debo reconocer que la imagen proviene de una cámara de video no digital y no de fotografías.

Pasó el tiempo y mantuve mi propósito de no entregar el mentado obsequio, en verdad ya no había mucho sentido, y aunque estaba hecho, ya había pasado el tiempo, sin embargo se suscitó una situación del todo inusual; cierto día, llegué a la hora usual a trabajar en la mañana, tenía pendiente revisar unas notas y traspasarlas al computador y a la vez revisar algunos contenidos metodológicos. Llevaba un rato en aquella tarea cuando me doy cuenta que suena la campana del Primer recreo, me encontraba en la sala de profesores, cuando para mi sorpresa aparece una alumna ingresando a la sala y comienza a mirarse al espejo, luego se da vuelta y me saluda amablemente mientras pregunta por mi celular que se encontraba encima de la mesa. Le respondí que era mío, y se generó una conversación- Me preguntó si podía verlo, ¡Claro! Le dije, mientras yo trabajo en estos libros. Pensé, ¡Bueno!, luego se irá y yo podré ingresar a la sala del computador de profesores. No paso lo previsto, ella (la Srta. Rosa María Guerrero, de sexto) se sentó al frente mío y disfrutó del juego del celular todo el recreo, admito que no me molestó pero lo encontré inusual. Mientras ella observaba la maquinita, entraron dos ó tres alumnas de séptimo, recuerdo con nitidez a Constanza Durán y Regma Graber, sorprendidas luego de mirarse al espejo me miraron, la miraron a ella y salieron; no pude comprender la expresión de sus rostros, pero ciertamente salieron molestas. Finalizó el recreo, la alumna que estaba con mi teléfono móvil pidió que se lo prestara, a lo que obviamente me rehusé, rara vez presto algo tan personal, aquello no era un juguete y además ella debía irse a clases. Yo por mi parte continué con mi trabajo.

Al siguiente recreo, salí de la Bodega de deportes, ubicada al costado de la Inspectoría, me dirigí hacia las oficinas, y para mi sorpresa, fui abordado por las mismas alumnas del Séptimo y otras más que andaban cuchicheando por ahí cerca. Regma se me acerca, y ubicándose frente a mí me mira con severidad y me da una sonora bofeda. No supe que hacer y a lo más argüí que, pocas personas me han hecho esto en mi vida, no sabía si armar un escándalo, y llevarla a la oficina... Mi dignidad como persona y como profesional se había derrumbado, llegué a pensar en un momento. Por otra parte la vi a ella como era reprendida ferozmente por su amiga Constanza. Regma estaba paralizada, como sorprendida y asustada por su reciente acción, note en ella un temor que no se lo deseo a nadie. En ese momento sabía que, la podía meter en un lío de grandes proporciones, y realmente la consideraba una buena y responsable alumna, incluso una amiga, para qué armar más escándalo del necesario, pensé. Fue Constanza Durán quien la reprendíó, reprochando su acción, con increíble vehemencia. Yo para mi mismo, pensé, bueno ya se dará el momento de conversar, y sobre todo de aclarar esta sorprendente situación, por decir lo menos. Fue un error no haber comentado el incidente, al menos con otra persona adulta.

Pasó el tiempo, y la relación de acercamiento espontáneo que había en ellas se terminó. Veía en ellas una expresión como de vergüenza, y peor aún, por las posibles represalias que pudiere haber tomado yo por el suceso. Sin embargo, no se dio nunca la posibilidad de aclarar el asunto, no sabía a qué atenerme, pues era evidente que ambas comenzaron a rehuirme, e incluso veía en ellas una expresión diferente y muy distante. Stephany Pavez y Bárbara León sin embargo, mantuvieron esa cercanía, pero para mí era evidente que las otras dos alumnas estaban alejadas.

Pasaron varias semanas hasta que un día me las encontré por los pasillos del Colegio. Comenté acerca del presente y que ya estaba casi terminado, csi en el acto les cambió la expresión en el rostro, e incluso les mencione que podríamos escribir una historia tipo fotonovela, con imágenes y todo (Conviene recordar que hace algunos años, implementé un diario mural, con toda la actividad extraescolar que acontecía en el Colegio, y que incluso se publicaba un Boletín realizado íntegramente por los y alumnas del Establecimiento, contando sus copuchas y tirando bromas entre ellos. La iniciativa fue exitosa, descubrí muchos talentos, y además una buena forma de canalizar las inquietudes de los alumnos, en vez de escribirlas en muros de baños y camarines). La idea parecía haberlas animado, pues la actitud de las alumnas fue cambiando, hasta volverse: amistosa nuevamente, como lo había sido antes del bochorno de la bofetada. Creo que el aliciente de unarecompensa, o de un regalo hace cambiar para mejor a las personas. Y la entrega del presente lo había ya postergado en demasía

Realmente lamento la situación, y todo el malentendido suscitado, y reitero, de haberlo sabido, jamás lo hubiera hecho. Tengo que aclarar de igual forma como una palabra dicha "inocentemente en un momento, extraída de su contexto y aferrándose a prejuicios personales, puede atormentar innecesariamente a las personas, y crear toda una animadversión hacia ellas. No es cómico, ni presentable y mucho menos

ético, pues los costos familiares, personales por decir algo en cuanto a la salud mental, no son bienes irrenunciables.

Insisto, quizás lejanamente atisbaba lo que podía ocurrir, algo que finalmente está pasando, sin embargo aclarada la situación, creo que es imprescindible poner todas las variables en la balanza con exactitud, creo que una tarjeta escrita, con prosa cliché sólo puede tener ese valor. Agradecería finalmente no sobrevalorarla.

Ahora sí para finalizar, realmente celebro la preocupación familiar por la situación presentada, creo que pocas veces se da la oportunidad de aclarar situaciones de manera preventiva, aunque en este caso realmente no era lo que correspondía. Sinceramente no es a mí a quien deben lanzarles los dardos, y para ser franco no sabría decirles a quien debieran hacerlo

Atentamente a Ud.

RODRIGO FREDES SALINAS

Profesor de Educación Física

Y Terapeuta Humanístico Transpersonal